ÍCONO: Una vida animada con IA
Explorando cómo la IA puede convertir momentos cotidianos en íconos animados y únicos.
¿Estás aburrido de ver los mismos íconos planos, impersonales y repetitivos en internet? ¿Te gustaría crear tus propios íconos animados, que capturen tu estilo, tus recuerdos y tu esencia? ¿Te imaginas poder inmortalizar momentos cotidianos y darles vida con ayuda de la inteligencia artificial?
ÍCONO es un experimento visual y emocional que transforma imágenes comunes —retratos, objetos, escenas cotidianas— en íconos únicos, diseñados con un estilo diferente y luego animados, todo con IA. Es una invitación a reimaginar lo cotidiano y a hacer de lo simple algo inolvidable.
Aquí, cada imagen cobra vida. Cada momento se convierte en ícono.
Así nace un ícono
Detrás de cada ícono hay un instante de observación, capturado por una cámara. Ese instante enciende la chispa creativa, de la mano de la inteligencia artificial. Todo comienza con algo cotidiano: una fotografía sencilla, una taza olvidada, una planta al borde de la ventana, un gesto leve en un rostro familiar, una mascota, o incluso un par de nubes.
Cualquiera de estas imágenes puede convertirse en el punto de partida para un nuevo ícono. A partir de esa foto, generamos un prompt cuidadosamente diseñado con ChatGPT, describiendo las texturas, colores, sensaciones y referencias estéticas que queremos evocar.
No se trata simplemente de pedirle a la IA: “haz un ícono de esta foto”, sino de traducir realmente lo que estamos pensando e imaginando.
Prompt de ejemplo:
“A 3D-rendered illustration of a Siberian Husky with black and white fur, standing in an isometric orthographic view (60° X and Y), with simplified fur texture and blue eyes, against a pure white background. The style is playful semi-realism with soft shadows, realistic material behavior, and clean studio lighting.”
Con este proceso, cada imagen generada lleva consigo no solo el aspecto del objeto original, sino una interpretación subjetiva, de su presencia en el mundo. Así, la IA se convierte en un herramienta que potencia nuestra capacidad creativa.
Un ícono no nace de la perfección, sino del acto de observarlo desde un angulo diferente.
Animar lo inanimado
Una vez que el ícono ha tomado forma, llega el momento más esperado: darle vida. Ver cómo una imagen estática comienza a respirar, a mirar, a existir… es una experiencia fascinante. Lo que antes era una simple representación visual —un objeto, una mascota, un gesto congelado— se transforma en un pequeño fragmento de vida artificial.
Para esta fase del proyecto, trabajamos con modelos de inteligencia artificial especializados en generación de video a partir de imágenes. Entre ellos, destacan:
Kling AI, por su capacidad para generar movimientos suaves y realistas a partir de prompts visuales.
LTX-Video, el primer modelo basado en DiT (Denoising Transformer) capaz de producir videos de alta calidad en tiempo real, a 30 FPS y resolución 1216×704, con resultados sorprendentemente naturales y variados.
Estas herramientas permiten trabajar tanto con texto como con imagen + texto, abriendo un abanico creativo inmenso.
Prompt de ejemplo:
"The puppy plays with a colorful toy ball rolling into view. Its eyes sparkle with curiosity, ears perked upward. The camera remains stationary, maintaining the playful and adorable atmosphere."
Este prompt fue diseñado tomando como base el mismo enfoque que usamos para generar la imagen original.
Resultado
Lo interesante es que no es necesario animar cada movimiento de forma manual. La inteligencia artificial interpreta el prompt y genera por sí sola los gestos, las pausas, los pequeños desplazamientos. El ícono cobra vida sin intervención cuadro por cuadro: basta con definir bien la intención.
Conclusiones
ÍCONO nació como una simple curiosidad: ¿qué pasaría si los objetos cotidianos pudieran convertirse en íconos únicos? ¿Y si esos íconos, además, cobraran vida con ayuda de la inteligencia artificial?
A lo largo del proceso, descubrimos que lo cotidiano, lo que suele pasar desapercibido, puede tener valor simbólico y emocional si se mira desde otro ángulo. Una taza, una mascota, una expresión casual... todo puede convertirse en un símbolo animado si lo observamos con atención y lo traducimos con intención.
La inteligencia artificial no reemplaza la creatividad. La amplifica. Nos permite explorar nuevas formas de representación, automatizar lo técnico y enfocarnos en lo conceptual. Con ÍCONO, la IA no genera arte por sí sola, sino que co-construye una visión personal a partir de nuestras ideas, recuerdos y decisiones.
Y lo más importante: este proyecto no pretende resolver nada. Solo invita a jugar, a reinterpretar y a mirar diferente.